lunes, noviembre 06, 2006

Pollock: la tragedia del artista

Dirección: Ed Harris

Guión: Susan y Ernest Shemwiller

Fotografía: Lisa Rinzler

Edición: Kathryn Himoff

Música: Jeff Beal

Intérpretes: Ed Harris, Marcia Gay Harden, Tom Coger, Jennifer Connelly

Origen: Estados Unidos, 2000.

Duración: 122 min.

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La vida de los artistas plásticos es un tema que ha sido visitado con mayor o menor fortuna por el cine desde hace mucho tiempo. Y es que el pintor, especialmente si se comporta como un orate, es un pretexto maravilloso para caer en toda clase de excesos narrativos o estilísticos.

Pocos han sido los filmes que han escapado a la truculencia al momento de presentarnos la vida de un pintor. De hecho sólo recuerdo uno, Vincent & Theo de Robert Altman y en el cual, más que presentarnos el descenso enla locura de Vincent Van Gogh, se analizaba la compleja relación con su hermano Theo.

Por hoy les voy a platicar sobre Pollock, primer film como realizador del estimable actor Ed Harris y en el cual se aborda la vida del pintor (surrealista?, impresionista?, abstracto? monero?) Jason Pollock, particularmente su tortuosa lucha por el reconocimiento y su incapacidad para controlar su afición por el alcohol y su proclividad a los romances tortuosos.

Si bien es evidente que Ed Harris (que también desempeña el papel protagónico) tiene un profundo afecto por su material, también resulta claro que su falata de experiencia le impidió crear un relato emotivo en el cual el espectador pudiera involucrarse o ser testigo de la lucha del creador consigo mismo y con el medio que lo rechaza, porque tal y como es presentado solo podemos apreciar la historia de un tipo que pinta, que es borracho y mujeriego, pero de sus impulsos creativos, de los rompimientos internos que lo impulsaron a plasmar sus entresijos mediante salpicaduras de pintura, de su pasmo y descubrimiento ante una técnica totalmente innovadora… de eso no llegamos a saber nada.

Fría, académica, realizada como si fuera una pintura “by the numbers”, esta cinta requiere de por lo menos un conocimiento mínimo sobre las corrientes contemporáneas en cuanto a las artes plásticas para poder ser apreciada. De otra forma resultará una aburrida telenovela de un tipo que pintaba unos monos medio gachitos.

2 comentarios:

ecasual dijo...

Muy interesante la reseña. Estoy de acuerdo con la conclusión, en el sentido de que si no se conoce un poco la evolución de la pintura contemporánea, se puede hacer una película muy pesada. Y gracias el enlace, que es recúproco.
Saludos

Anónimo dijo...

Pues me permito comentar....que soy admirador de Jackson Pollock..
y esa pelicula me da un mal sabor de boca...e cuesta digerirla ya hace mas de 10 años...
hay cosas mas importantes...como el documental frances:
Jackson Pollock - Portrait D`artiste
que no solo está el dripping y lo único con lo que se lo reconoce...y las tonterias tales de su vida privada...
ya que comentar sobre la vida privada es mas intimo y difamente - mas cuando se hace una pelicula que me cuesta digerir. Y Tholousse Loutrec... y tantos..?