martes, octubre 03, 2006

Children Underground / Nacidos en el burdel - Dos formas de entender el documental

Children Underground

Directora: Edet Belzberg

Origen: Rumania – USA 2001

Born into brothels

Directores: Zana Briski, Ross Kauffman

Origen: USA 2003

Si bien el documental nunca ha sido un género popular en cuanto a su exhibición en circuitos comerciales, de manera relativamente reciente los espacios en los grandes complejos ubicados en las plazas comerciales han empezado a abrirse a este tipo de trabajos (les recomiendo que vean En el hoyo de Juan Carlos Rulfo), pero con resultados dispares ya que algunos de ellos solo se han visto de manera fugaz. Si se le diera un poco más de promoción y no se les relegara a salas pequeñas o apenas un puñado de funciones, el documental podría convertirse en una fuente significativa de ingresos.

El día de hoy quiero comentarles con respecto a dos documentales que si bien se ubican en lugares y condiciones distintas, llaman al mismo tiempo nuestra atención hacia el sector más desprotegido de todos: los niños.


En Children Underground somos testigos de las consecuencias derivadas de la caída del régimen comunista en Rumania. La crisis económica galopante dio origen a un crecimiento exponencial de la pobreza, creando a su vez una oleada de niños desamparados que buscaron (y buscan) en las calles el sustento y la intoxicación diarias.

Este documental nos presenta las vidas de 5 niños que viven en las instalaciones de una estación del metro en Budapest. Christina (16 años), viste como hombre y trae el cabello a rapa para evitar ser violada, Macarena (14 años) inhala pegamento constantemente, Ana y Marian (hermanos de 10 y 8 años) huyeron de una familia hundida en la miseria, y Mihail (12 años) que decidió escapar de casa con tal de evitar los abusos de su padre alcohólico.

La directora Belzberg nos presenta la vida cotidiana de estos niños sin pontificar, argumentar, o explicar lo que sucede, manteniéndose al margen de lo que transcurre delante de su cámara, y al mismo tiempo demostrando que a pesar de la violencia, las drogas, el hambre y el frío, los niños no han perdido sus capacidad de jugar, divertirse y sobre todo, aún tienen lo que nosotros adultos hemos perdido desde hace mucho tiempo: sienten compasión por su prójimo.

Nacidos en el burdel nos presenta de manera parcial la vida de los hijos de algunas prostitutas del barrio rojo de Calcuta, y digo parcial porque, a diferencia de Children Underground, la directora se involucra de manera directa con los niños para enseñarles el uso de cámaras fotográficas como una manera de escapar de una realidad asfixiante y dolorosa. Lo malo es que en este proceso una de las directoras se pone a si misma en plan protagónico (pobrecita, como sufre con las malvadas autoridades y burocracia Hindú), haciendo a un lado lo más importante, las historias de sus pequeños protagonistas, historia de las cuales apenas y llegamos a tener algunos esbozos que se pierden ante la incapacidad de la realizadora para crear un relato que nos permita ahondar en la tragedia de aquellos que, desde su más tierna infancia, saben que están destinados al horror y la miseria.

Este documental me parece especialmente tramposo y ruin ya que, además de no presentarnos a fondo las historias de sus personajes, proporciona un confort temporalmente irreal al espectador haciéndole creer que la fotografía, de alguna extraña manera, permitirá a los niños escapar de su destino. Por eso, la parte final del film lo único que hace es crear un desasosiego aún más grande. No hay escape. No hay futuro.

Mientras niñas de 12 años o menos son prostituidas en el mundo en este mismo momento, yo escribo, y tú lees.

Pero escribo con rabia y espero que tú leas con conciencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No he visto Children Underground, la buscaré. En cuanto a Nacidos en el burdel, difiero del comentario. Me parece que la película es sobre los niños y la oportunidad que tienen de salir adelante. El enfrentamiento de la fotógrafa con las autoridades indias es una muestra más de lo que ellos mismos deben soportar (o tendrían que soportar)al tratar de mejorar su vida vía educación. Efectivamente el arte es una de las maneras de mejorar la vida de una persona. Aún en las condiciones tan terribles que viven estos niños en el burdel, su sonrisa y la búsqueda del juego no es abandonada, el arte, en este caso la fotografía, ofrecen un escape y una oportunidad.
Finalmente, en mi opinión la oportunidad de asistir a la escuela y los distintos destinos de los niños elegidos es una hecho sin moralismos, simplemente presenta una realidad que es desgarradora por la pobreza y el futuro al que regresan.
Me parece muy valiente voltear a ver a los niños e intentar ayudarlos en lugar de simplemente retratarlos.
Saludos