jueves, octubre 05, 2006

Una simple formalidad: una compleja maravilla

Dirección: Giuseppe Tornatore

Guión: Giuseppe Torntore y Pascal Quignard

Intérpretes: Gerard Depardieu, Roman Polansky

Origen: Italia, Francia 1994

Cuando la pasión cinéfila empieza a decaer, nada como revisitar a unas cuantas vacas sagradas para poder recuperar esa pasión que amenazaba con adormecerse.

Dejando a un lado tanta estupidez, ayer por la noche (o más bien hoy por la madrugada) tuve la oportunidad de ver (gracias a mi buenos amigos Jesús y Carlos Tobías) Una simple formalidad, del italiano Giuseppe Tornatore, cinta que para mi sorpresa mayúscula se aleja totalmente del cine blandengue y ñoño que le resulta tan propio. Y es que, ¿qué podíamos esperar del director de cintas ridículamente cursis, fallidas o aburridas hasta el cocodrilazo, como Cinema Paradiso, La leyenda de 1900 o El fabricante de estrellas?, pues nada como esto.

Apoyado en las magistrales actuaciones de Polansky y Depardieu, Tornatore nos ofrece un relato asfixiante de engaños, misterios, complicidades y descubrimientos. Y digo asfixiante ya que casi toda la película se desarrolla en un solo escenario, pero es tal la intensidad de los intercambios de los protagonistas que el espacio prácticamente se desvanece y solo queda la imponente presencia de los actores.

Como de costumbre, y para los que luego no pueden dormir si no conocen la trama, pues ahí les va la mía (mi síntesis de la trama, jeje):

Un hombre (Depardieu) corre de noche por el campo y bajo la lluvia hasta que es detenido por un grupo de policías y es llevado a una comisaría. Estando ahí, el hombre es reconocido como un escritor relativamente popular pero en franca decadencia. El inspector responsable (Polansky) interroga al escritor al sospechar su participación en un crimen cometido esa misma noche.

Como traigo una enorme flojera de seguir escribiendo, pues hasta aquí llegamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Cómo Chacón?... me dejaste con la zozbra de saber que le pasó al escritor en dacadencia, espero que la flojera se te quite pronto y nos cuentes que onda con el fulanito...

Saludos